Boca abajo

Es la postura prohibida, aunque la usan el 19% de los españoles. Los expertos recomiendan evitar dormir en esta posición por los riesgos que suponen en la salud y calidad en el descanso. La consecuencia más directa de dormir de esta manera es que la columna vertebral no descansa recta. Esto puede generar tensiones y dolores en la zona posterior del cuerpo.
Además, dormir de esta manera es incompatible con una buena respiración, aspecto fundamental en el descanso. Al colocarnos boca abajo aumentamos el riesgo de asfixia durante el sueño. Precisamente esta es una de las razones por las que no se aconseja que los bebés duerman boca abajo, pues su movilidad para conseguir respirar es muy reducida.
Los adultos giran el cuello para respirar tensionando las vértebras y generando diversas contracturas. Además, in extremis, algunas personas apoyan la cabeza sobre sus brazos, con el consiguiente aumento de la curvatura lumbar.

Si usted duerme así y todavía no ha padecido ninguna dolencia cervical o dorsal, no se confíe, pues ésta puede aparecer con el tiempo. Para evitarlo, debería intentar cambiar esta posición. Como los cambios en los hábitos de descanso nunca son fáciles, puede probar poco a poco a dormir de lado. En líneas generales, los expertos ofrecen una regla por la que si se acuesta sobre el lado izquierdo debería flexionar la rodilla derecha manteniendo la izquierda estirada. Además, procure también girar los hombros y la almohada hasta conseguir que el cuello adopte la misma postura que al estar de pie.

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