Cuando la cama es nuestra amiga

En la última etapa de nuestra vida, el colchón vuelve a ser uno de nuestros mayores soportes. Los achaques, el cansancio... En definitiva, la edad nos obliga a permanecer más tiempo en la cama. Por eso, para personas mayores lo más recomendable es optar por un colchón adaptable que evite presiones sobre el cuerpo del durmiente y le ofrezca un descanso reparador. En situaciones extremas, como por ejemplo quienes no se pueden levantar de la cama, se recomiendan los colchones antiescaras, para evitar heridas en el cuerpo. En todo caso, un buen colchón viscoelástico podrá realizar la misma función con una mejor relación calidad-precio.

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