El interior del colchón

Un colchón de látex se divide en 2 zonas: núcleo y acolchado.

El núcleo

Es la esencia del colchón de látex y el que marca la diferencia de calidad y precio. Para ello se deben tener en cuenta estas características:
-Cantidad mínima recomendada: 16 cm, ya que un colchón con menos cantidad de material resultará poco consistente.
-Natural o sintético: El núcleo de un colchón de látex puede ser 100% natural (materia prima procedente de la resina del árbol de caucho, 100% sintético (espumación procedente del petróleo) o una mezcla entre natural y sintético. A mayor cantidad de material natural, mayor calidad y confortabilidad ofrecerá el colchón. 
-Densidad. Una muy buena densidad en un colchón de látex ronda los 75 kg/m3. Un colchón de 60 kg/m3 tiene una densidad media y, por debajo de esta cantidad, ya no es aconsejable utilizar un colchón de látex, pues se trata de un material muy suave en el descanso y cuanta mayor sea la densidad del producto, mayor confortabilidad, pues el cuerpo del durmiente se reparte entre más cantidad de material.

El acolchado

En cualquier tipo de colchón, el acolchado es el responsable del primer contacto con el durmiente. Por esta razón, si se combina un núcleo de látex con un acolchado viscoelástico, el resultado final suele ser un modelo de alta adaptabilidad. Además, los colchones de látex también se pueden acolchar con otros materiales, como es el caso de fibras naturales o sintéticas, que darán más consistencia al producto final. En cualquier caso, es importante que el acolchado o la funda incluyan algún tratamiento para mitigar la humedad, como es el caso del sistema de fibras atérmicas Multifress.

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