La postura en el descanso
La postura en la que dormimos afecta directamente a la salud de nuestro cuerpo. Pero además, también hay estudios que argumentan que está relacionada con nuestra personalidad. Si duerme en postura fetal, entonces es tímido y sociable. En cambio si cuando descansa parece un soldado, es exigente, tranquilo y reservado. Descubre en este reportaje cómo es y sobre todo, cómo le afecta su posición durante las horas de descanso.
Se calcula que alrededor de un 50% de la población española ha padecido en algún momento de su vida dolor de espalda, incluidos los jóvenes. La postura que adoptamos a la hora de dormir se convierte en un tema fundamental para prevenir o mitigar las consecuencias del dolor de espalda. En este sentido, es importante que tomemos conciencia de la posición que tenemos en el momento del sueño, pues en ella influye directamente nuestro estado de ánimo. A veces, cuando nos sentimos mal anímicamente, de manera inconsciente colocamos nuestro cuerpo en una posición para dormir que tendrá consecuencias desagradables en nuestra espalda.
Boca abajo
Es la postura prohibida, aunque la usan el 19% de los españoles. Los expertos recomiendan evitar dormir en esta posición por los riesgos que suponen en la salud y calidad en el descanso. La consecuencia más directa de dormir de esta manera es que la columna vertebral no descansa recta. Esto puede generar tensiones y dolores en la zona posterior del cuerpo.
Además, dormir de esta manera es incompatible con una buena respiración, aspecto fundamental en el descanso. Al colocarnos boca abajo aumentamos el riesgo de asfixia durante el sueño. Precisamente esta es una de las razones por las que no se aconseja que los bebés duerman boca abajo, pues su movilidad para conseguir respirar es muy reducida.
Los adultos giran el cuello para respirar tensionando las vértebras y generando diversas contracturas. Además, in extremis, algunas personas apoyan la cabeza sobre sus brazos, con el consiguiente aumento de la curvatura lumbar.
Si usted duerme así y todavía no ha padecido ninguna dolencia cervical o dorsal, no se confíe, pues ésta puede aparecer con el tiempo. Para evitarlo, debería intentar cambiar esta posición. Como los cambios en los hábitos de descanso nunca son fáciles, puede probar poco a poco a dormir de lado. En líneas generales, los expertos ofrecen una regla por la que si se acuesta sobre el lado izquierdo debería flexionar la rodilla derecha manteniendo la izquierda estirada. Además, procure también girar los hombros y la almohada hasta conseguir que el cuello adopte la misma postura que al estar de pie.
Boca arriba
El 25% de los españoles adopta esta posición al dormir. Tumbarse sobre la espalda es la mejor postura para conseguir un buen descanso pues, de esta manera, la columna se apoya sobre el colchón y, si éste tiene unas buenas condiciones de firmeza y adaptabilidad, le permitirá conciliar el sueño fácilmente.
Sin embargo, las personas que opten por esta manera de dormir, deben tener en cuenta las características de la almohada, pues ésta no debe ser ni extremadamente alta ni tampoco muy fina. Se trata de conseguir que las cervicales y la columna formen el mismo ángulo que cuando el durmiente está de pie. En este sentido, las condiciones de firmeza y adaptabilidad de la almohada y, sobre todo, el material de su núcleo serán fundamentales. Los nuevos materiales como por ejemplo el viscoelástico están considerados como los mejores componentes para el descanso del cuerpo.
También es importante colocar una almohada en la zona de las rodillas que permita arquear las piernas y, de este modo, evitar contracturas en la espalda.
La caída libre
Se trata de dormir boca abajo con los brazos envolviendo la almohada y manteniendo la cabeza girada hacia un lado. Estas personas son muy sociables, con mucha gracia y, en ocasiones, imprudentes. Sin embargo, también son nerviosos y en situaciones límite o ante las críticas pueden sacar el mal genio que tienen escondido.
Esta postura, pese a los inconvenientes que presenta en cuanto a la columna, las cervicales o incluso su capacidad de producir bruxismo, se considera buena para la digestión. Sin embargo, si valoramos los pros y los contras, seguramente optaremos por abandonar esta posición por otra más saludable.
La estrella de mar
Duermen de esta manera aquellos que lo hacen sobre la espalda y con los brazos alrededor de la almohada. Esta posición también se conoce como postura de cúbito supino. Si usted duerme de esta manera, en teoría debe ser muy sociable, puesto que escucha y ayuda a los demás, aunque seguramente no le gustará ser el centro de atención. Respecto a su salud, puede sufrir las mismas alteraciones descritas en la postura del soldado.
El feto
Se trata de descansar de lado y con las extremidades superiores e inferiores flexionadas. Quienes duermen de esta forma son contradictorios, pues aparentan una gran fuerza y carácter cuando en realidad son muy sensibles. Al mismo tiempo son tímidos en un primer momento pero, al tratar con ellos, descubrimos que son muy sociables.
Es la postura más utilizada en descanso, adoptada por la mayoría de los durmientes, y una buena opción para mantener nuestro cuerpo saludable. Sin embargo, los especialistas recomiendan cambiar de posición a lo largo de la noche para mejorar el flujo sanguíneo y seguir las mismas indicaciones que se han explicado de manera general para la postura de lado.
De lado
La posición fetal es la más utilizada para descansar y una elección neutral, sin perjuicio para nuestra espalda. Como ventaja, esta postura reduce el peso que soporta la espalda. Asimismo, al flexionarlas, disminuye la presión en las articulaciones y se conserva la curvatura natural que dibuja nuestra espalda. Además, al no existir presiones sobre el cuello que impidan el paso del aire, la respiración se normaliza.
El único inconveniente de esta postura radica en que puede haber una ligera inclinación lateral de la columna. Por esta razón, se recomienda dormir apoyado sobre el lado derecho y, de esta manera, se evitará presionar el área cardiaca situada en el lado izquierdo de nuestro cuerpo.
En caso de dormir de esta manera, debe tener en cuenta que necesita una almohada lo suficientemente alta para mantener el cuello en el eje de la columna vertebral, sobre todo si se apoya uno de los hombros sobre el colchón y, por tanto, se maximiza la distancia entre la posición natural del cuello y la base de descanso. En personas muy corpulentas, se aconseja incluso doblar la almohada para alcanzar la altura necesaria. Sin embargo, en líneas generales una almohada de calidad cumple estas expectativas.
El nostálgico
Es una variación de la figura anterior que consiste en dormir de lado, con los brazos separados del cuerpo y extendidos hacia delante. Esta posición es propia de personas muy abiertas pero también desconfiadas, cínicas y maliciosas. Además, les cuesta mucho decidirse pero, una vez tomada la elección es muy difícil que cambien de idea.
Sin embargo, por su salud, estas personas deberían confiar en este consejo y hacer caso de las recomendaciones que se realizan para los que duermen de lado pues, además de problemas cardiovasculares, si no modifican su postura, también pueden padecer bruxismo, es decir, rechinar de dientes.
El soldado
Se trata de dormir boca arriba y con los brazos extendidos y pegados al cuerpo. Como su propio nombre indica, esta posición es propia de personas con unas normas de conducta muy férreas, que se exigen mucho y, a la vez, esperan mucho de los demás. Sus metas son elevadas pero, para alcanzarlas, se mantienen tranquilos y reservados.
Pese a que, dormir boca arriba es muy beneficioso para la espalda, también es cierto que los durmientes en esta postura son más propensos a los ronquidos, las pesadillas y a padecer la apnea del sueño. Esto contribuye a aumentar la presión arterial y los problemas cardiovasculares. Además, puede generar problemas gastrointestinales y en personas obesas impide la respiración.
El tronco
Esta forma está compuesta por aquellos que duermen de lado y con los brazos pegados al cuerpo. En general, estos durmientes son muy sociables y fáciles de llevar. Sin embargo, muchas veces lamentan su exceso de confianza y su ingenuidad. Al igual que en el resto de posiciones que existen para quienes duermen de lado, el cambio de postura a lo largo de la noche será fundamental para facilitar el flujo sanguíneo y evitar problemas cardiovasculares.
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