¿Cómo duermen las gallinas y qué podemos aprender para mejorar nuestro descanso?
Las gallinas tienen diferentes formas de dormir: algunas lo hacen sentadas, otras acurrucadas, tumbadas con los pies en el suelo o estirando el cuello. Lo importante no es tanto la postura, sino que cuenten con un espacio cómodo y seguro que les permita descansar durante la noche.
De hecho, su sueño está muy ligado a la luz: las gallinas se acuestan al anochecer y se despiertan en cuanto amanece. Pero, ¿Cómo logran sentirse seguras para dormir bien?
Hábitos de sueño de las gallinas
Se guían por la luz. Como no ven bien en la oscuridad, buscan sus dormideros al anochecer y se despiertan con los primeros rayos del sol.
Duermen en grupo. Son animales sociales, por lo que se sienten más tranquilas al descansar junto a otras gallinas.
Prefieren dormir en altura. Las perchas o dormideros elevados les proporcionan seguridad frente a posibles depredadores.
La importancia de la percha: el “colchón” de las gallinas
Para dormir de manera cómoda y protegida, las gallinas necesitan un dormidero elevado. Este espacio funciona como su “colchón”: les da soporte, seguridad y confort durante la noche.
Si el dormidero no es adecuado (con bordes afilados, superficies rugosas o inestable), las gallinas descansan peor y pueden incluso tener problemas de salud.
En otras palabras: igual que nosotros necesitamos un buen colchón para dormir bien, ellas necesitan un buen dormidero.
Lo que podemos aprender de las gallinas sobre el descanso
Aunque pueda sonar curioso, el descanso de las gallinas tiene un paralelismo con el nuestro:
Ellas buscan un lugar seguro y estable → nosotros necesitamos un colchón firme que nos dé soporte.
Ellas prefieren dormir en grupo → nosotros buscamos espacios de descanso que fomenten el confort y la calma, como un buen sofá donde relajarnos en familia.
Ellas duermen mejor en altura → nosotros mejoramos nuestro descanso con una buena base o canapé que refuerce el colchón.
Consejos para dormir mejor (y no “cacarear” de cansancio)
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Prepara un espacio de relax antes de dormir. Un sofá cómodo puede ser el lugar ideal para desconectar antes de ir a la cama.
Conclusión
Las gallinas nos enseñan que la calidad del descanso depende, en gran medida, del lugar donde dormimos. Su percha es su colchón; nuestro colchón, canapé y almohada son la base de un sueño reparador.
Si cuidamos nuestro entorno de descanso, podremos dormir tan tranquilos como una gallina en su dormidero.