Consejos para evitar que el gato arañe el sofá
Los gatos llevan con nosotros miles de años pero, aunque se han domesticado, siguen siendo animales muy independientes. Tal vez sea por esa independencia que muestran que no podamos resistirnos a su mirada y caigamos en su encanto cuando se tumban a nuestro lado y nos ronronean.
Sin embargo, esa independencia y libertad que muestran, puede convertirse en un problema en el momento en el que empiezan a usar nuestro sofá como rascador.
Hoy te traemos algunos trucos para saber cómo evitar que los gatos arañen el sofá, así que si te encuentras en una situación en la que tu gato no deja de arañar el sofá, este artículo puede que te ayude a conseguir que deje de hacerlo.
Lo primero que tenemos que hacer para que nuestro gato deje de arañar el sofá, es entender el por qué tiene esa imperiosa necesidad de arañarlo.
¿Por qué arañan los gatos?
Normalmente, los gatos arañan por varias razones que podemos resumir en 3 razones principales.
- En primer lugar, para eliminar el tejido muerto de sus garras, afilarlas y mantenerlas en perfecto estado para la caza.
- Otra es porque les ayuda a marcar su territorio y a advertir a otros gatos de su presencia.
- Por último, los gatos arañan para estirar los músculos y aliviar el estrés.
Como verás, no lo hace por maldad ni por qué no le guste tu sofá, si no que es algo instintivo. Ahora que entendemos el por qué lo hacen, veremos las posibles soluciones que le podemos dar.
Soluciones para que los gatos dejen de arañar el sofá
Vamos a repasar, una a una, las soluciones que están a tu alcance para que tu gato se olvide del sofá y centre su energía en otros lugares mejores.
Poste de rascado
La mejor y más clásica solución. Sin embargo, los gatos tienden a ignorarlo e ir directamente al sofá, sin prestar atención al poste para arañar que acabas de comprar.
Para evitarlo, busca un poste para arañar que sea similar a los muebles en los que suele arañar. Asegúrate de que es estable y no se mueve, ya que de lo contrario el gato ignorará el poste de rascado por completo.
También es aconsejable tener más de un poste de rascado para que se divierta. Si sigue prefiriendo el sofá, coloca el rascador en la parte del sofá donde el gato rasca. También hay olores que atraen a los gatos, así que no dudes en utilizarlos para los nuevos postes de rascado.
Restringir el acceso al sofá
También puedes convertir el sofá en un lugar prohibido o poco interesante para tu gato. Por ejemplo, puedes cubrirlo con una sábana u otra tela que se mueva cuando el gato la araña, de este modo no obtendrá la satisfacción que busca y así perderá el interés.
Hay algunos tejidos que no gustan nada a los gatos. El terciopelo, el ante, el cuero natural y la felpa son materiales que los gatos tienden a evitar. Aprovéchalos para hacer una funda de sofá o recortar un trozo de tela y colocarlo en un lugar clave.
Otra forma de limitar el acceso de los gatos es colocando estanterías u otros muebles en las zonas donde es probable que los gatos arañen. También se puede utilizar cinta adhesiva de doble cara. Colóquelo en el lugar de rascado favorito del gato y la próxima vez que pruebe esta pequeña trampa, ya no se acercará a ella.
Usar un repelente de gatos
También puedes comprar sprays repelentes. La mayoría de estos sprays no huelen, pero los gatos no querrán acercarse a la zona maloliente y se olvidarán de su sofá.
Este tipo de repelentes se pueden hacer también de manera casera. Cuando los gatos marcan su territorio, dejan una especie de grasa que les pide que vuelvan a marcarlo al cabo de cierto tiempo. Puedes hacer una mezcla de agua y jabón neutro y lavarla, o utilizar un algodón o paño empapado en alcohol para limpiar las zonas donde tu gato se rasca constantemente.
Hierba para gatos
Poco se sabe de por qué la hierba gatera es amada incondicionalmente por los gatos. Quienes lo prueben por primera vez se sorprenderán al ver que su gato entra en una especie de trance místico.
Por eso usamos la hierba gatera como arma. Una buena recomendación es cubrir el rascador con hierba gatera para que su olor les haga olvidarse del sofá.
Combinado con el repelente mencionado anteriormente, puede ser una poderosa señal en la casa de los mejores lugares para que los gatos se relajen y afilen sus garras.
Acondicionar las garras
Como hemos mencionado, una de las razones por las que los gatos arañan los muebles, como los sofás, es para eliminar el tejido muerto de sus garras y prepararlas para cuando salgan a cazar.
Así que, ¿por qué no ocuparse de las garras de su mascota antes de que surja el problema? En cualquier tienda de animales se pueden encontrar tijeras especiales para uñas de gato. Hay que fijarse bien en el interior de la uña, ya que hay pequeñas venas en el interior de la uña que pueden herirla y hacer que duela un poco o que sangre.
Si no te sientes seguro cortando las uñas tú mismo, puedes visitar a tu veterinario y pedirle que te enseñe cómo cortar sus uñas en casa como un profesional.
Entorno sin estrés
Los gatos pueden estar un poco estresados, ansiosos y nerviosos. Es entonces cuando se rascan más, muerden más y se vuelven un poco locos. Por lo tanto, un entorno libre de estrés es lo mejor para los gatos.
También es importante construir un pequeño refugio en la casa para que el gato pueda esconderse y calmarse en cualquier momento y no arañar el sofá.
Usar reflex
Por razones desconocidas, los gatos rara vez se acercan a las zonas en las que se ha usado el reflex, aunque sea una cantidad mínima.
Puedes usar un poco de reflex en el sofá para mantener al gato alejado. Como el olor puede volverse más intenso, se recomienda hacer esto sólo durante un corto período de tiempo hasta que haya enseñado a su gato a utilizar el poste de rascado.
No regañar, sino premiar el buen comportamiento
Las regañinas sólo son eficaces si pillas a tu gato rascando. Si luego quieres reñirle, no tendrá ningún efecto, ya que no podrá asociar tu enfado con otro comportamiento que no sea el que está haciendo en ese momento.
En su lugar, recompense los comportamientos positivos. Por ejemplo, dale una golosina cuando utilice el poste de rascado. Se ha demostrado que los gatos se comportan mejor con los estímulos positivos que con los negativos.