El colchón y la ciencia: avances tecnológicos
A lo largo de la historia, la evolución del colchón ha estado marcada por los avances tecnológicos y científicos. Durante siglos, los colchones se rellenaban con materiales orgánicos como paja, lana o plumas, lo que los convertía en refugio de insectos y roedores.
Del Renacimiento a la innovación en el descanso
El Renacimiento trajo consigo una nueva forma de entender la higiene y la fabricación del colchón. Hasta entonces, los rellenos orgánicos se descomponían con facilidad, provocando humedad, mal olor y la proliferación de plagas. Leonardo Da Vinci incluso llegó a quejarse de haber dormido sobre "los despojos de criaturas muertas" en casa de un amigo.
Para mejorar la calidad del descanso, se empezaron a hilvanar los bordes del colchón y se añadieron botones para evitar que el relleno se desplazara. A pesar de estos avances, los problemas de humedad y la incomodidad seguían presentes.
El primer colchón de aire
En el siglo XVI, el tapicero real Guillaume Dujardin fabricó el primer colchón de aire de la historia. Se trataba de una lona encerada equipada con válvulas de aire para inflarlo. Aunque supuso un avance significativo, su durabilidad era limitada, ya que el material tendía a agrietarse con el uso.
Conclusión
A lo largo de los siglos, los colchones han evolucionado gracias a la ciencia y la innovación. Desde los rudimentarios rellenos de materiales naturales hasta los modernos colchones de espuma viscoelástica y tecnología ergonómica, el descanso ha mejorado notablemente con el tiempo.