Almohadas

El objetivo de cualquier almohada es mantener tu columna alineada mientras descansas. Para lograrlo, valora tu postura habitual:

• Boca arriba: altura media (10-13 cm).
• De lado: altura superior (≈ 15 cm) que rellene el hueco entre cuello y hombro.
• Boca abajo: perfil bajo (8-10 cm) para evitar tensión cervical.

Si compartes colchón amplio, la almohada 150 cm para cama doble evita huecos y movimientos bruscos durante la noche.

Viscoelástica
La reina de la adaptabilidad: el núcleo cede justo donde apoyas la cabeza y reduce la presión cervical. Resulta ideal si necesitas sostén firme sin sensación de hundimiento. Su transpirabilidad es media-baja, de modo que conviene elegir modelos con núcleo perforado o funda de tejido fresco. No se lava el bloque, solo la funda extraíble.

Fibra hueca
Ligera, mullida y económica; perfecta para quienes buscan suavidad y lavado fácil. Al estar formada por fibras siliconadas con cámara de aire, expulsa la humedad con rapidez y se puede meter entera en la lavadora (consulta siempre la etiqueta). Buena opción para habitaciones de invitados o para quienes dan prioridad a la higiene.

Látex
Ofrece un soporte elástico y homogéneo que mantiene la alineación cervical, muy apreciado por quienes se mueven poco al dormir. La transpirabilidad es media; los canales de ventilación ayudan a disipar el calor. Necesita funda protectora y ventilación frecuente, ya que no admite lavados agresivos.

Plumón
La elección más mullida y ligera; envuelve cabeza y cuello con una sensación de “nube”. Su elevada capacidad de transpirar la convierte en la preferida de los calurosos, aunque requiere sacudidas diarias para conservar el volumen y, en muchos casos, limpieza en seco. Es la alternativa premium para quienes buscan suavidad absoluta.

La firmeza depende de densidad y tejido. Quien cambia mucho de postura suele preferir una firmeza suave que se adapta sin hundirse; los durmientes de hombros anchos suelen optar por núcleos más firmes. Además, los tejidos con canales de aire o perforaciones ayudan a disipar el calor nocturno.

• Utiliza siempre funda protectora lavable.
• Airea la almohada cada mañana para expulsar la humedad.
• Lava según la etiqueta: las fibras y muchas fundas se permiten en lavadora; la viscoelástica solo funda.
• Renueva cada 2-3 años (o antes si notas bultos u olores persistentes).