¿Cómo duermen las palomas y qué nos enseñan sobre el descanso?
Cuando pensamos en dormir, solemos imaginarnos en nuestra cama, con mantas y almohadas. Pero las palomas, esos pájaros tan comunes en ciudades y campos, tienen hábitos de descanso muy diferentes. Descubrir cómo duermen las palomas no solo es curioso, sino que también nos da pistas sobre lo esencial que resulta dormir en un entorno seguro y confortable.
¿Dónde duermen las palomas?
Aunque pueda parecer lo contrario, las palomas no duermen dentro de sus nidos. Prefieren buscar lugares elevados que les aporten seguridad:
Tejados de edificios.
Ramas de árboles.
Cornisas y estructuras urbanas.
En estos sitios adoptan la llamada “postura del dormidero”, acurrucándose y cubriéndose con sus plumas para mantener el calor durante la noche.
? Igual que ellas buscan un lugar protegido y cómodo, nosotros necesitamos un espacio de descanso en casa que nos haga sentir seguros y relajados.
¿Cómo duermen las palomas?
Las palomas duermen entre 8 y 10 horas al día, principalmente por la noche. Antes de descansar, se aseguran de que el lugar sea seguro y después esconden la cabeza bajo las alas, aislándose del entorno.
A diferencia de los humanos, no experimentan la fase REM (de movimientos oculares rápidos), aunque sí realizan pequeñas siestas al sol durante el día. Estas siestas les permiten ahorrar energía y recuperarse, algo parecido a nuestras siestas en el sofá después de una jornada intensa.
Beneficios del descanso en las palomas (y en nosotros)
Dormir bien es clave para las palomas: les da energía para volar, buscar alimento y mantenerse sanas. Lo mismo ocurre en los humanos:
Refuerza el sistema inmunitario.
Mejora la concentración y la memoria.
Equilibra el estado de ánimo.
El secreto está en la calidad del descanso. Las palomas lo consiguen con su plumaje y lugares elevados; nosotros, con un colchón adecuado, una buena almohada y un ambiente de calma en el dormitorio.
Lo que las palomas nos enseñan sobre dormir bien
Busca seguridad: igual que ellas duermen en lugares altos, nosotros necesitamos un dormitorio tranquilo y sin interrupciones.
El entorno importa: mientras las plumas protegen a las palomas, a nosotros nos cuidan un buen colchón y ropa de cama confortable.
Las siestas cuentan: tanto para ellas como para nosotros, los descansos cortos pueden marcar la diferencia en la energía diaria.
? Dale un giro a tu descanso con:
Conclusión
Las palomas nos demuestran que dormir bien no depende tanto de las horas, sino de contar con un entorno que aporte seguridad, calor y confort. Igual que ellas se acurrucan entre sus plumas, nosotros necesitamos una cama que se adapte a nuestro cuerpo y nos proporcione un descanso reparador.
La próxima vez que veas una paloma durmiendo, recuerda: su bienestar depende de su lugar de descanso… igual que el tuyo depende del tuyo.