El interior del colchón

El interior de un colchón de muelles consta de núcleo, amortiguación y acolchado.

Núcleo: es el encargado de proporcionar la firmeza del colchón. Existen tres grandes tipos de núcleos de muelles, cada uno de ellos con distintas calidades y prestaciones.

  • Muelles bicónicos o Bonell: Se trata del tradicional sistema de muelles, compuesto por un doble cono invertido, de forma que se estrecha más por el centro. Este sistema es muy fácil de confeccionar y se usa por la mayoría de los fabricantes de colchones de muelles. Los colchones de muelles Bonell son de calidad media-baja y ofrecen una firmeza intermedia, que varía en función del peso del durmiente.
  • Muelles de hilo continuo: Es la última tecnología en bloque de muelles y la de mayor firmeza. Está formada por una carcasa de muelles realizados con un solo hilo continuo, sin nudos, por lo que la durabilidad del sistema es máxima. Su diseño en forma de Z proporciona una mayor superficie útil para el descanso y su refuerzo perimetral incrementa la durabilidad del colchón en la zona de mayor uso. Además, el tercio central está reforzado con una densidad de muelles superior, que proporciona una mayor resistencia al hundimiento en el área de mayor peso, es decir, la zona lumbar. Este sistema proporciona una gran independencia de lechos, pues los muelles recorren en espiral toda la superficie de descanso desde el cabecero hasta el piecero, por lo que los movimientos del durmiente se transmiten en vertical y no invaden el descanso del compañero de cama.
  • Muelles ensacados: Este sistema está formado por una serie de muelles independientes, embolsados individualmente para evitar el roce entre ellos. Este tipo de muelles proporcionan una firmeza intermedia y una adaptabilidad progresiva. Además, presenta una excelente independencia de lechos, pues cada muelle se adapta de forma individual dependiendo del peso y fisonomía de cada durmiente.

Amortiguación: Esta capa cumple dos funcionalidades durante el descanso. Por un lado, es la parte que ofrece resistencia/adaptabilidad al colchón y minimiza la presión que ejerce el muelle en el cuerpo del durmiente. Por otro lado, estas capas actúan junto con el acolchado para proporcionar la adaptabilidad final al equipo de descanso. Por tanto, un colchón con amortiguador de látex o viscoelástico proporcionará una gran adaptabilidad en el descanso. El poliéter también es un material muy recomendado, pues además de actuar como aislante del bloque de muelles, ofrece un soporte adecuado para acolchados de látex o viscoelásticos.

Acolchado: es el responsable del primer contacto con el cuerpo del durmiente, por lo que es importante que incluya materiales adaptables que aumenten la confortabilidad del equipo de descanso. Los mejores materiales para acolchar un colchón son el látex, el viscoelástico y el látex viscoelástico. Además, cuanto mayor cantidad de estos materiales incluya el modelo, mayor será su adaptabilidad. Existen otros materiales para acolchar, como por ejemplo el poliéter, el poliéster o las fibras (textiles, naturales, sintéticas...). Sin embargo, este tipo de acolchado ofrece muy poca adaptabilidad, por lo que se trata de modelos poco confortables.

 

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