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Cómo hacer la siesta del burro correctamente y mejorar tu descanso

El descanso es fundamental para recuperar energía y mantener una buena salud. Entre las diferentes formas de reposar, la siesta del burro —también llamada siesta descendente— ha ganado popularidad por su sencillez y beneficios. Esta postura, inspirada en la manera en que los burros descansan, consiste en sentarse con la espalda recta, los codos apoyados en las rodillas y la cabeza sobre las manos.

Aunque pueda parecer curiosa, la siesta del burro es practicada por muchas personas que buscan relajarse durante unos minutos en medio del día. En este artículo te contamos cómo hacerla correctamente, sus beneficios y cómo adaptarla a un entorno de descanso cómodo y saludable.

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¿Qué es la siesta del burro?

Originalmente, la siesta del burro hace referencia a la forma en que este animal descansa con las patas dobladas y la cabeza apoyada en el suelo. Adaptada a los humanos, esta postura se traduce en un descanso breve y profundo mientras se está sentado, ideal para quienes no tienen tiempo de tumbarse en una cama o sofá.

Se puede practicar en casa, en la oficina o incluso en un sillón, siempre que se busque un momento de desconexión rápida.

Beneficios de la siesta del burro

  • Relaja los músculos y ayuda a soltar la tensión acumulada.

  • Mejora la circulación sanguínea gracias a la postura y la respiración profunda.

  • Aumenta la concentración y la energía en periodos cortos de descanso.

  • Alivia el dolor de espalda si se realiza correctamente, manteniendo la columna recta.

  • Reduce el estrés y la ansiedad, favoreciendo la calma mental.

Cómo hacer la siesta del burro paso a paso

  1. Siéntate en una superficie cómoda, como un sofá firme o incluso en el borde de la cama.

  2. Coloca los codos sobre las rodillas y junta las manos para apoyar la frente.

  3. Mantén la espalda recta y relaja los hombros.

  4. Respira profundamente, inhalando por la nariz y exhalando lentamente por la boca.

  5. Permanece en la postura de 5 a 15 minutos, evitando prolongar demasiado el tiempo para no generar molestias.

Consejos para mejorar la postura

  • Usa una almohada pequeña detrás de la espalda o en las rodillas para mayor comodidad (almohadas ergonómicas aquí).

  • Si la practicas en el suelo, hazlo sobre una esterilla o manta para evitar tensión en las piernas.

  • Si buscas una versión más cómoda, adapta la postura en un sillón reclinable, que te permitirá descansar sin forzar la espalda.

Contraindicaciones

La siesta del burro no es recomendable para:

  • Personas con dolor lumbar crónico.

  • Quienes padecen problemas circulatorios graves.

  • Personas con dificultades respiratorias, ya que la postura puede dificultar la entrada de aire.

Cómo lograr un descanso profundo

La siesta del burro es ideal para una pausa rápida, pero si buscas un descanso reparador completo, lo mejor es combinarla con rutinas de sueño saludables:

  • Dormir en un colchón de calidad que favorezca una postura correcta.

  • Mantener horarios regulares de sueño.

  • Crear un ambiente tranquilo, sin ruido ni luz excesiva.

  • Usar sofás y sillones ergonómicos que apoyen tu espalda al relajarte.

Conclusión

La siesta del burro es una técnica sencilla que permite recuperar energía en poco tiempo. Practicada de forma correcta y en un entorno cómodo, puede ayudarte a reducir el estrés, mejorar tu concentración y aliviar la tensión muscular.

Eso sí, para un descanso profundo y reparador, nada sustituye al confort de un buen colchón o un sofá diseñado para cuidar tu postura.