Colores de sofás, como elegir el tuyo

Escoger un sofá no es una tarea fácil, pues aparte del tamaño, los materiales, si es cómodo, etc., debemos fijarnos en qué colores de sofás son los que mejor quedan en nuestro salón.

Cuando el sofá se va a colocar en una habitación que las visitas no van a ver la estética no es importante, o al menos no lo es tanto, pero en el salón sí que es uno de los factores que va a influir en nuestra elección.
 
colores de sofás

¿Qué tipos de colores existen?

En los colores de sofás encontramos tres tipos principales como son los claros, los neutros y los oscuros como por ejemplo los sofás negros.
 
Dentro de los claros está el blanco como principal, en los neutros podemos nombrar los sofás beige o los sofás gris claro y entre los oscuros tenemos al ya clásico marrón o gamas cromáticas más atrevidas como el rojo y el azul.

El tamaño del salón influye en qué color elegimos

Al comprar un sofá podemos escoger el color que más nos apetezca, pero lo cierto es que los colores de sofás y el tamaño de la estancia están relacionados lo que significa que deberían influir a la hora de preferir una u otra coloración.
 
Si el salón es pequeño, que entra dentro de lo normal si vivimos en una ciudad, los colores claros y neutros son los que mejor quedan, puesto que ayudan a dar una sensación de mayor amplitud.
 
Nada nos impide poner un mueble de color oscuro, pero lo cierto es que este tipo de colores irán mejor en los salones de mayor tamaño, en donde no quitarán luz ni darán sensación de que la estancia es pequeña.
 
Otra opción, en especial si somos de ese tipo de personas que nunca acaba de decidirse o si no terminados de saber si nuestro salón es grande o se puede considerar pequeño es comprar un sofá con tonos neutros. Estos colores, como el beige o el gris claro suelen combinar con todo tipo de decoraciones y de salones, con independencia del espacio que tengamos disponible.

Hay que tener en cuenta si la estancia es luminosa

Otro de los factores que influyen en la elección de colores para nuestro sofá es la luz que entra en la estancia.
 
Un salón o habitación luminosa nos permite elegir cualquier tipo de color, como los más oscuros, pero una en la que hay poca luz no. En los salones en los que hay poca luz natural colocar un sofá de color oscuro sería agregar un algo más de oscuridad, siendo mejor idea adquirir uno de tonos claros.

¿Qué hay de los sofás estampados?

Siempre tenemos la opción de decidirnos por sofá estampado. No son tan comunes como los de colores lisos, pero ya se pueden comprar tanto con estampados discretos como con dibujos más llamativos.
 
En este caso, lo importante es que el resto del salón no tenga más estampados, pues de lo contrario se producirá un efecto bastante visible que dará una sensación de que la estancia está “sobrecargada, demasiado decorada.
 
Esto lo evitamos con la ornamentación en colores neutros y similares a los del estampado que siempre se puede tapar con una funda si nos cansamos de él.

Sofás claros u oscuros

Una vez que hayas decidido si quieres que tu sofá sea de un color vivo o neutro, es el momento de decidir si quieres que sea claro u oscuro. El color del suelo influye mucho en la elección del color del sofá. 
 
Un sofá de color oscuro sobre un suelo de color oscuro parecerá desaparecer en la habitación. Si quieres utilizar un sofá oscuro sobre un suelo oscuro, debes intentar que destaque más. Un sofá oscuro con patas de metal o madera clara crea un espacio visual entre el sofá y el suelo. Una alfombra de color claro delante del sofá separará los colores oscuros y hará que el sofá destaque. Una mesa de centro de madera clara o de metal también ayuda a alejar el sofá del suelo.
 
Los sofás de color claro presentan retos diferentes a los de color oscuro. Las manchas y el desgaste son los mayores desafíos para los sofás de color claro. Antes de elegir un sofá blanco o de color claro, piensa en el uso actual de la habitación, no en su uso futuro. Si a tu perro le encanta tumbarse en el sofá, es poco recomendable que tengas un sofá blanco en el salón, a menos que lo hayas entrenado para ello. Si tu sofá es utilizado por niños o mascotas, y te gusta la idea de un sofá más ligero, las fundas lavables son una opción elegante.

Opciones de color que se adaptan a sus necesidades

Una vez que hayas pensado en él si quieres el sofá claro u oscuro, es el momento de pensar en el color. Si no quieres optar por un sofá llamativo, los colores neutros son muy populares. Los sofás de colores neutros son fáciles de decorar y se adaptan a los cambios de estilo con el paso de los años.
 
Los tejidos neutros de los sofás son el beige, el gris, el topo y el crema. Una tela de sofá beige mate puede parecer aburrida rodeada de otros colores, mientras que una tela beige con una textura monocromática puede añadir interés sin necesidad de nuevos colores. 
 
Los sofás grises están disponibles en colores que van desde el pálido hasta el carbón. Los sofás grises están disponibles en una amplia gama de colores, desde el pálido hasta el carbón, y son sofisticados, acogedores, frescos y refrescantes. Los sofás de colores neutros complementan tranquilamente el resto de la decoración, al tiempo que crean un espacio elegante y atractivo.
 
Un sofá de cualquier color puede integrarse perfectamente en un espacio si se trata de un color más en la combinación de colores. Esto significa añadir accesorios o estampados del mismo color que el sofá, para repartir el color por toda la habitación. Como el sofá es una pieza grande de tela, puedes equilibrar la habitación utilizando el mismo color repetidamente como acento.

El uso de las fundas para cambiar de color

Las fundas se han usado con el fin de proteger las tapicerías, pero ahora son otra forma de cambiar los colores de sofás cuando nos aburramos, pues las hay de todos los colores e incluso con estampados.
 
Hay que comprarlas de calidad, para que no se muevan, y con ellas podemos hacer cambios en la decoración por un precio muy bajo. Por ejemplo, vamos a poder usar fundas de colores claros en invierno, cuando hay menos luz y poner una oscura en verano cuando la luz del sol entra con más fuerza.

Reflexiones finales

No pienses que comprar un sofá nuevo significa que tienes que comprar un sofá de dos plazas a juego. Elige sillas tapizadas para acompañar a tu nuevo sofá para conseguir un aspecto más flexible. 
 
Las sillas no tienen por qué ser exactamente iguales que el sofá, y pueden incorporar los colores de éste en patrones y texturas. El uso de un conjunto de sillas en lugar de un sofá de dos plazas a juego le da aún más oportunidades de añadir color a la paleta de colores y te da más opciones para la colocación de los muebles.
 
No olvides los cojines y mantas como toque final para coordinar tu nuevo sofá con la decoración de la habitación. Estos pequeños toques de color añadirán un aspecto cohesivo a tu salón.

Reportajes relacionados

Whatsapp