Los espejos son un elemento decorativo que muchas veces no se tienen en cuenta y que pueden cambiar el aspecto de una habitación por muy poco dinero.
Es posible que colocar espejos en las habitaciones nos dé algo de pereza, pero a veces ni siquiera hay que hacer agujeros para colgarlos, pues basta con situarlos encima de un mueble como un aparador.
Dentro de las habitaciones colocar espejos en lugares estratégicos tiene varias ventajas que podemos aprovechar con el fin de hacer de ese espacio en donde pasamos mucho tiempo un lugar más agradable.
En el mercado encontramos una enorme variedad de tipos de espejos. Los hay de muchas formas, con marcos de varios colores, materiales, etc., por lo que van bien con cualquier dormitorio o con otra habitación.
Hay ocasiones en los que una habitación es muy aburrida y se puede convertir en un espacio original con solo colocar un espejo.
Siempre es más agradable estar en una habitación con una buena iluminación que en una oscura y los espejos pueden ayudar a dar más luz.
De hecho, una de sus características es que reflejan la luz por todas partes, más si los colocamos cerca de una ventana o de una lámpara.
Así, son un buen complemento en aquellas estancias en las que hay poca luz, pues colgando uno la vamos a multiplicar con una inversión mínima y sin tener que dedicar tiempo, solamente un poco para elegir el emplazamiento, alejado de zonas oscuras o que no nos gusten.
El Feng Shui es una especie de filosofía china en la que se dice que la colocación de los muebles de una casa tiene influencia de los habitantes de esta.
Según esta filosofía los espejos mejoran la armonía y la energía de las habitaciones, pero no pueden ser de cualquier tipo, sino que se deben colocar enteros y siempre deben reflejar objetos bonitos como las plantas, las cuales despiertan en nosotros pensamientos positivos.
Muchos vivimos en pisos pequeños en los que las estancias son de tamaños muy discretos. Un espejo hace que la habitación sea más grande, creando una mayor sensación de espacio, por lo que a nuestros ojos el lugar se hará menos claustrofóbico.
Por supuesto, poner espejos en las habitaciones también tiene una serie de inconvenientes que debemos conocer antes de colocarlos, tomando así la mejor decisión según sea nuestro caso.
Previamente, decíamos que los espejos dan luz a una habitación, sin embargo, si no los colocamos bien o son demasiado grandes pueden deslumbrar.
No hay nada más desagradable que estar en el salón viendo la tele y que la luz del sol nos refleje en la cara, algo que incluso puede ser peligroso en las épocas del año en las que hace más calor como el verano.
Ahora no son raros los espejos situados encima de muebles sin sujeción porque ayudan mucho a decorar, pero que pueden ser un peligro si hay niños en el hogar, en especial si son pequeños.
En estos casos lo mejor es retirarlos o anclarlos, ya que cuando caen se rompen en trozos muy afilados y cortantes.
Si las visitas observan que hay espejos por todas las habitaciones pueden opinar mal de nosotros, creyendo que somos personas demasiado narcisistas y que por eso los tenemos por todas partes.
Esto debería darnos igual, no obstante hay que saber que es algo que puede ocurrir y que dará una mala impresión de nosotros.
Todos tenemos en mente el clásico espejo que está colocado en la pared con un marco y unos tacos, sin embargo, se puede poner de varias formas distintas, dependiendo de los tipos de espejos que adquiramos.
Hay espejos de gran tamaño y en muchas ocasiones con un marco de tipo barroco que tienen patas. Además, el espejo suele tener algo de juego para poder inclinarse más o menos dependiendo de nuestros gustos.
Solo hay que dejar el suelo apoyado en el lugar en el que queramos y además, las patas nos dan mucho juego, ya que lo podemos mover a la habitación que deseemos.
Cuando los espejos no son grandes se pueden colgar como si se tratase de un cuadro, metiendo un taco y un pequeño tornillo para poner la cuerda o la cadena.
Estos espejos son muy estéticos y por su tamaño podemos crear composiciones, jugando con los volúmenes, las formas o incluso el material de los colgadores.
Pegar los espejos es algo que hemos visto mucho en los armarios, pero ahora hay pegamentos muy buenos que nos permiten pegarlos en cualquier pared. Únicamente hay que elegir un adhesivo adecuado y usar un nivel para que quede recto.
No hace falta marco, así que con esta técnica vamos a tener un espejo del tamaño y forma que queramos en cualquier pared de las habitaciones cerca de nuestro colchón.
La colocación de los espejos ha estado siempre limitada a unas cuantas estancias de la casa, sin embargo, las nuevas tendencias de decoración nos indican que hay muchas más habitaciones en las que quedan bien.
Ya sabemos que los espejos se pueden colgar con una simple cuerda, de este modo podemos hacer un mural con ellos que puede ser parte de la decoración de una pared acompañando a los clásicos cuadros que todos tenemos en casa.
¿Un espejo en la cocina? Ahora sí que los podemos ver, en especial en lo que se llama antepecho que es la zona que queda entre los armarios y la encimera.
Colocándolo ahí conseguimos abrir el espacio, hacer la cocina más grande con un trabajo mínimo.
Todos tenemos pasillos o zonas de paso en casa, lugares que son muy estrechos. Así, colocar un espejo en el fondo hace que ese pasillo tan feo y corto adquiera una mayor profundidad jugando con los efectos ópticos.
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