Guardar alfombras en verano

En este artículo os hablaremos acerca de todo lo que necesitas saber acerca de cómo guardar alfombras en verano.

Con la llegada del buen tiempo y los primeros calores de la primavera, la gente tiende a guardar sus alfombras hasta que vuelva a llegar el frío. Esto puede estar bien, aunque nos gustaría matizar esta costumbre.

Y es que, dependiendo del material del que esté fabricada la alfombra, esta puede que no de calor como es el caso de las alfombras de lana. Si pisamos descalzos una alfombra de lana en pleno invierno veremos que la sensación que nos da es que está fría, al contrario que si la pisamos en invierno, que nos dará sensación de calidez.

Y es que las alfombras de lana son termorreguladoras, dan calor en invierno y frío en verano. Estas alfombras en origen se usaban para vestir el suelo de las jaimas, donde se usaban para proteger del calor por el día y del frío por la noche.

Es indiferente el tipo de lana que se use para la fabricación de estas alfombras ya que no es necesario guardar este tipo de alfombras en verano.

Por contra, si las alfombras son acrílicas, aquí la cosa cambia. Este tipo de alfombra es muy agradable en invierno, pero cuando hace mucho calor son alfombras que parece que desprenden más calor aún.

No obstante si se quieren guardar las alfombras, os dejamos una serie de consejos para que lo hagáis de la mejor manera posible.

Lo primero es limpiar de manera correcta toda la alfombra. Dependiendo del tipo de alfombra deberás hacerlo de una manera u otra. Una vez esté limpia deberás guardarla correctamente enrollada y nunca doblada.

Si doblamos una alfombra dejaremos marca e incluso se puede llegar a romper dependiendo del tiempo que esté doblada.

Una vez la hayamos enrollado de manera correcta, tenemos que poner bolas de naftalina, especialmente si la alfombra que guardemos está hecha de fibras naturales, aunque si la alfombra es de materiales sintéticos también conviene poner estas bolas de naftalina ya que la base de estas suele estar fabricada en yute, que sí que puede ser atacado por los insectos.

El lugar donde guardemos la alfombra debe ser seco y limpio ya que la humedad es una mala compañía para las alfombras, especialmente si la vamos a guardar durante bastante tiempo.

Otro consejo que te damos es que guardes la alfombra envuelta en alguna sábana o similar para que esta no almacene polvo. Y para evitar también la humedad comentada anteriormente, es recomendable que se incluyan dentro de esta sábana unas bolsas desecantes. Estas bolsas las podemos encontrar en cualquier droguería, o simplemente en algún aparato electrónico que hayamos comprado, por lo que es buena recomendación guardarlas.