El primer paso para decidirte por un colchón es tener en cuenta tu constitución física, ya que no es lo mismo un colchón para una persona con una constitución media o pequeña que para una persona con una constitución más fuerte.
Tenemos que pensar que el objetivo de un colchón es que descansemos bien y para ello, este tiene que ser capaz de adaptarse a las formas de tu cuerpo, especialmente a las de tu espalda de manera que la mantenga alineada.
Es por eso que tenemos que tener en cuenta nuestra constitución física primero. Así pues, dependiendo de esta, tendremos que:
- Las personas de constitución pequeña necesitan colchones suaves que se adapten bien a su contorno corporal
- Las personas de constitución mediana necesitan colchones equilibrados, ni muy suaves ni muy firmes
- Las personas con una constitución grande necesitan colchones de alta firmeza.
El segundo paso, las medidas del colchón
Para determinar las medidas del colchón, lo principal es saber el número de personas que van a dormir en él y la altura de dichas personas.
En cuanto al ancho del colchón, lo más óptimo es un colchón cuanto más grande mejor, tanto si vamos a dormir solos como si vamos a dormir acompañados, de manera que en cualquiera de los dos casos se tenga espacio de sobra para moverse.
En cuanto a la altura del colchón, lo recomendable es que el colchón sea al menos 10 centímetros más alto que la persona más alta que vaya a dormir en él.
El tercer paso, los materiales
Una vez que sabemos el tipo de colchón que necesitamos acorde a nuestra constitución y nuestra altura, toca el paso de los materiales del colchón.
Actualmente existen en el mercado de colchón infinidad de materiales que se usan en la fabricación de colchones, nosotros te vamos a hablar de los más comunes.
El viscoelástico
De este material seguro que has oído hablar ya que es un material muy popular utilizado en la fabricación de colchones. El viscoelástico es un material muy sensible a la presión que ejerce el cuerpo sobre él, de manera que se adapta a las formas de nuestro cuerpo con independencia de la postura en la que durmamos.
Existen dos tipos de viscoelástico, que son el viscoelástico espumado y el viscoelástico moldeado. El espumado es el resultado de una composición química mezcla de varios materiales, lo que da lugar a un viscoelástico de poro abierto, que favorece la circulación del aire.
El viscoelástico moldeado es aquel en el que se usa un molde para su fabricación, lo que tiene como resultado un viscoelástico con un poro más cerrado y por lo tanto que tiene menos transpiración.
Muelles ensacados
Los muelles ensacados son la evolución de los muelles tradicionales, solo que en este caso estos muelles van dentro de pequeños saquitos de tela repartidos por toda la superficie del colchón. De este modo, cada saquito de muelles actúa de manera individual, consiguiendo un sistema de sujeción muy adaptable.
Además, este sistema fomenta la transpirabilidad del colchón y también proporciona una muy buena independencia de lechos.